El escenario debe tener graderías para 500.000 espectadores en los 5 kilómetros, desde Arenales hasta Itos, en la zona Oeste de la ciudad.
Oruro.- La propuesta para construir el Folklódromo para el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, recibe respaldo de los conjuntos folklóricos, con el objetivo de mirar hacia el futuro y no quedarse relegado frente a espectáculos del mundo.
Henry Ramírez, ingeniero, junto a otros profesionales orureños, entre ellos arquitectos, antropólogos y periodistas, que forman parte del grupo de trabajo Urus Comunidad, presentó oficialmente la propuesta ante el Gobierno Departamental, Gobierno Municipal, Brigada Parlamentaria y a los conjuntos folklóricos, para “empezar a debatir sobre el destino de Oruro, como ciudad y como perspectivas del Carnaval hacia unos 20 años”.
El escenario debe tener graderías para 500.000 espectadores en los 5 kilómetros de distancia de la ruta del Carnaval, desde la zona de Arenales de Cochiraya, en la zona Noroeste, hasta Itos, donde aún no hay casas ni obstáculos que impidan la construcción. Por ese sector, sólo existe el camino de circunvalación pavimentado, que puede servir de base para el proyecto.
“Estamos socializando la propuesta a cada conjunto folklórico. Los danzarines de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada recibieron la iniciativa con aplausos. Otros conjuntos folklóricos
han aceptado efectuar asambleas similares, para motivar el debate”, afirmó Ramírez.
Oruro tiene cuatro lugares de la mitología: El sapo, el cóndor, la víbora y los arenales (que según la leyenda eran millones de hormigas), que bordean los cerros sagrados de la ciudad. El folklódromo empezaría desde los arenales hasta la zona de Itos, a la altura del Santuario del Socavón, donde terminaría obligatoriamente la peregrinación de los 50.000 danzarines que tiene el Carnaval.
“A veces nos fijamos sólo en los espectadores, que quieren admirar el Carnaval, pero no nos preocupamos de los danzarines, que también requieren un espacio adecuado, amplio y moderno, para bailar y demostrar su coreografía. Tenemos que construir un escenario más grande que el Sambódromo de Río de Janeiro”, dijo Ramírez.
Oruro.- La propuesta para construir el Folklódromo para el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, recibe respaldo de los conjuntos folklóricos, con el objetivo de mirar hacia el futuro y no quedarse relegado frente a espectáculos del mundo.
Henry Ramírez, ingeniero, junto a otros profesionales orureños, entre ellos arquitectos, antropólogos y periodistas, que forman parte del grupo de trabajo Urus Comunidad, presentó oficialmente la propuesta ante el Gobierno Departamental, Gobierno Municipal, Brigada Parlamentaria y a los conjuntos folklóricos, para “empezar a debatir sobre el destino de Oruro, como ciudad y como perspectivas del Carnaval hacia unos 20 años”.
El escenario debe tener graderías para 500.000 espectadores en los 5 kilómetros de distancia de la ruta del Carnaval, desde la zona de Arenales de Cochiraya, en la zona Noroeste, hasta Itos, donde aún no hay casas ni obstáculos que impidan la construcción. Por ese sector, sólo existe el camino de circunvalación pavimentado, que puede servir de base para el proyecto.
“Estamos socializando la propuesta a cada conjunto folklórico. Los danzarines de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada recibieron la iniciativa con aplausos. Otros conjuntos folklóricos
han aceptado efectuar asambleas similares, para motivar el debate”, afirmó Ramírez.Oruro tiene cuatro lugares de la mitología: El sapo, el cóndor, la víbora y los arenales (que según la leyenda eran millones de hormigas), que bordean los cerros sagrados de la ciudad. El folklódromo empezaría desde los arenales hasta la zona de Itos, a la altura del Santuario del Socavón, donde terminaría obligatoriamente la peregrinación de los 50.000 danzarines que tiene el Carnaval.
“A veces nos fijamos sólo en los espectadores, que quieren admirar el Carnaval, pero no nos preocupamos de los danzarines, que también requieren un espacio adecuado, amplio y moderno, para bailar y demostrar su coreografía. Tenemos que construir un escenario más grande que el Sambódromo de Río de Janeiro”, dijo Ramírez.
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